Las pensiones


Aprovechando el debate actual, pongo una serie de reflexiones sobre el futuro que nos aguarda a los jóvenes españoles sobre nuestras pensiones.


Lo primero que se me viene a la cabeza para solventar el tema es el apoyo a la natalidad. Es fácil llegar a la conclusión de que, con gente trabajadora dentro de 30 años nuestras pensiones estarán aseguradas pero...¿en qué trabajarán nuestros hijos? Si a día de hoy el paro está por las nubes. La respuesta está en nosotros y la generación que está en hoy en los colegios de primaria. Hay que mirar un poco alrededor para darse cuenta que el nivel académico de hoy en día en España es el más superior que a tenido nunca. Los pesimistas lo compararán con el de otros países de la unión, pero cada uno tiene su “historia del siglo XX” ya me entendéis. Estaría bien fomentar la natalidad pero creo que aún hay que hacer mas incapie en el fomento de la educación e I+D, que sentarán las bases para que nuestro país sea productivo y por tanto pueda permitirse las pensiones que sean necesarias.


Al mismo tiempo que esto ocurre, los jóvenes realmente capacitados para el mercado actual de trabajo, si encuentran empleo en nuestro país. Incluso los que no están tan capacitados pero si saben “leer” bien la demanda, se colocan hasta que encuentran algo mejor. Quienes en favor de su carrera profesional sacrifican la comodidad de lo conocido y viajan en busca de mejor oportunidades en el extranjero, generalmente tienen suerte o por lo menos regresan con experiencia y un idioma conocido. Esta población en gran medida reside en el extranjero y por tanto cotiza y reciben las pensiones de allí, pero ya jubilados viven y gastan el dinero aquí. Esto ocurre hoy en día con los jubilados españoles que emigrarón años atrás y viven aquí. Cuando esto ocurre el estado se ahorra sus pensiones y además reciben las divisas que les aportan los gobiernos extranjeros.


Con el tema de la inmigración estamos a la par. Es decir, el caso antes descrito ocurre con los inmigrantes que aquí cotizan y que cuando les toca recibir pensiones vuelven a sus países. Pero a medida que la población joven española se cualifica, es necesario mano de obra menos cualificada para los puestos de trabajo que día a día nos rodean.
La esperanza de vida a ido en aumento. Gracias al desarrollo económico y activismo laboral el ser humano se permite mas descansos y mejor calidad de vida. El avance en materia deportiva, cultural y de ocio hace que los años no pesen tantos y que actividades que antes se realizaban con 45 ahora se puedan hacer con 60. La diera sana y la prevención e investigación contra enfermedades ayudan a que la mayoría de trabajos se puedan realizar con mas edad que antes.


Al igual que ahora en estos momentos nos “teleformamos a distancia” gracias a las ayudas de las tecnologías. Con el paso de los años el teletrabajo será algo común y por lo tanto este tipo de trabajos se podrán realizar casi con cualquier edad. Se podrán compatibilizar pensiones con medias jornadas teletrabajadoras. A este fenómeno ayuda el buen manejo de las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes de hoy, que el día de mañana serán expertos.
Para aquellos que no se quieren formar hoy en día, existen de todas formas trabajos que son mas fáciles de realizar físicamente por personas mayores y que como e dicho antes se pueden compatibilizar con pensiones y hacer posible que con incluso mas de 70 años haya personas que quieran seguir cotizando. De todos modos esto debe de estar a libre elección de los implicados. El que quiera jubilarse con 65 debe de disponer de una pensión mínima con la que poder vivir dignamente, hoy y dentro de 30 años. Pero claro está que su pensión no será como la de aquel que quiere seguir de modo mas suave en el mercado laboral.


Si nada de lo propuesto se cumple, pues siempre queda la inversión en entidades privadas. Pero no hay que olvidar que las empresas privadas siempre miran por sus propios intereses y por el beneficio propio, no el de sus clientes. Al igual que algunos seguros médicos deniegan tratamientos y juegan con la vida de sus clientes, no es de extrañar que después de una vida “cotizando” en un ente privado, este a la hora de pagar ponga trabas o incluso desaparezca, lejos de su voluntad claro. El buscar una mayor rentabilización de nuestros ahorros, nos hace participar en el mismo juego de aquello que ha provocado esta crisis y provocará las venideras. A veces es mejor participar en ideas públicas y comunales que brinden una cobertura para todos en un largo periodo en el tiempo. Y los ciudadanos nos toca vigilar con lupa lo que se haga con nuestras aportaciones al estado para poder disfrutar de una mejor vida mas adelante. Pero en cambio estas mismas lupas no tienen cabida en entidades privadas donde juegan con impunidad y desprecio hacia los demás.



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